Hoy es posible capacitar a cientos o miles de personas con el mismo presupuesto con el que antes se capacitaba una décima parte.
Conocimiento, uso y/o aplicación de los productos de la empresa.
Entrenamiento técnico a equipos de servicio al cliente, ventas, logística, operaciones, entre otros.
Formación del personal para aplicación de nuevas políticas, procedimientos o disposiciones legales en la empresa.
Para que un proyecto de capacitación para alto volumen de colaboradores sea efectivo, debe tener en cuenta los siguientes factores:
Visualizar el proyecto
IDESAA te ayuda a concebir y desarrollar un proyecto especializado de capacitación, estableciendo estrategias y objetivos claros, definición de audiencia, procesos de trabajo formales, asignación de recursos necesarios y determinación de KPIs clave.
Crear compromiso
El diseño de la solución incluye garantizar el compromiso y la motivación de las personas para aprender. Considerar este factor desde el inicio del proyecto asegura resultados sobresalientes en términos de desarrollo de habilidades, aporte estratégico y retorno de inversión (ROI) para la empresa.
Diseñar la solución
El diseño es fundamental, pero a menudo subestimado. La propuesta debe ser personalizada y meticulosamente planificada para asegurar el logro de los objetivos. En esta etapa, los expertos de IDESAA colaboran estrechamente contigo para alcanzar los resultados deseados.
Aprovechar la tecnología
Con la tecnología en capacitación es posible impulsar el aprendizaje social, reducir costos de viajes, estandarizar la capacitación, entre otros beneficios. El uso de un LMS avanzado por sí solo no garantiza modernizar los procesos de capacitación, lo importante es saber cómo maximizar los recursos y aprovechar al máximo las herramientas disponibles.
Calidad e impacto de la capacitación y velocidad en la implementación.
Variedad de recursos, personalización y estandarización.
Optimización del costo y retorno de inversión sobresaliente.
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Limitar la retroalimentación únicamente al periodo de las evaluaciones anuales de desempeño es tan efectivo como intentar dirigir un barco mirando el mapa de navegación una vez al año.
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Al abordar la capacitación empresarial como una serie de proyectos estratégicos, se busca no solo diseñar experiencias de aprendizaje que eleven las competencias del equipo, sino también optimizar los recursos y asegurar que los resultados sean tangibles.
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Según un estudio de McKinsey, solo 1 de cada 4 programas de capacitación logra generar mejoras duraderas en el desempeño. Esta brecha entre inversión y resultados nos lleva a una pregunta clave: ¿qué distingue a los programas exitosos de aquellos que no l
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