Dos roles indispensables en Capacitación para pasar de lo operativo a lo estratégico

Cada fase de la capacitación en la empresa —diagnóstico, diseño, implementación y evaluación— debe llevarse a cabo con excelencia, hacerse con rigor para garantizar que los colaboradores reciban formación de calidad. Sin embargo, la labor del ejecutivo de capacitación no puede quedarse solo en la operación. Es necesario dar un paso más y asumir un enfoque estratégico.

La capacitación como inversión

Cuando se ve únicamente como un mecanismo para “formar mejor a la gente”, la capacitación puede ser percibida como un gasto. En cambio, diseñada estratégicamente se convierte en una herramienta poderosa para mejorar la eficiencia y resolver problemas clave del negocio, y para aumentar la rentabilidad. No es un proceso sencillo ni inmediato, pero bien hecho, es de las inversiones más rentables que una organización puede realizar.

En un contexto donde muchas empresas aún no han descubierto el potencial de la capacitación como ventaja competitiva, hay una oportunidad enorme para quienes sí lo hagan. Y para aprovecharla, el ejecutivo de capacitación debe asumir dos roles clave: consultor interno y desarrollador de proyectos de alto impacto.

Rol 1: Consultor interno

El ejecutivo de capacitación como consultor interno se convierte en socio estratégico de los líderes de área. Su papel consiste en comprender los retos del negocio y de cada área en particular, cuestionar si la capacitación es realmente la mejor solución y, cuando lo es, diseñar propuestas alineadas a los objetivos de la empresa.

Además, asesora a gerentes y directivos de las diferentes área de la organización en cómo integrar el aprendizaje a su estrategia de talento, contribuye a que el conocimiento clave se conserve, evoluciona la cultura organizacional hacia una cultura de aprendizaje, e incorpora metodologías de capacitación innovadoras a los proyectos.

En pocas palabras, se convierte en un generador de soluciones de negocio basadas en capacitación, en lugar de ser (solo) un proveedor de cursos.

Rol 2: Desarrollador de proyectos de alto impacto

Un proyecto es un conjunto de actividades con inicio, desarrollo y cierre, que busca capitalizar una oportunidad o resolver un problema específico dentro de un presupuesto y tiempo definidos. El segundo rol estratégico del ejecutivo de capacitación consiste en impulsar proyectos de capacitación de alto impacto.

Trabajar en proyectos aporta ventajas frente a una operación basada solo en funciones. Permite priorizar iniciativas, facilita la evaluación con indicadores, promueve la innovación con metodologías diversas, y fomenta la colaboración interdisciplinaria dentro de la empresa.

Así, el área de capacitación evoluciona para lograr mejoras concretas en desempeño, reducción de costos o incremento de ingresos.

Ejemplos de proyectos de alto impacto

Ejemplos de proyectos incluyen:

  • Rediseño del programa de inducción
  • Certificación de mandos medios
  • Fortalecimiento del equipo de ventas
  • Programas para fomentar el bienestar y productividad del personal
  • Entrenamiento técnico especializado
  • Certificación de capacidades de gerentes de sucursal
  • Formación de distribuidores y aliados externos
  • Desarrollo de habilidades blandas (soft skills) transversales
  • Creación de una escuela de instructores internos

Como puede verse, no se trata de inventar nuevas funciones, sino de ejecutar lo que ya se hace bajo la perspectiva de proyectos. Con este enfoque se pretende obtener beneficios como tener mayor claridad en los objetivos, dar seguimiento más estructurado, y mostrar a la organización el impacto real de la capacitación en desempeño y productividad.

Conclusión

La capacitación que se ejecuta bien asegura calidad. La que se gestiona estratégicamente transforma a la organización. Para esto último es que el ejecutivo de capacitación debe asumir el doble rol de consultor interno y desarrollador de proyectos de impacto, convirtiéndose en verdadero socio del negocio.

En la medida en que la capacitación se diseñe y ejecute como inversión estratégica, su impacto será más visible, la función de capacitación ganará credibilidad, y el propio ejecutivo de capacitación aumentará su valor profesional dentro de la empresa.

En IDESAA creemos en este enfoque estratégico. Por eso acompañamos a las empresas no solo en la impartición de cursos, sino también en el diseño y desarrollo de proyectos de capacitación que realmente generen impacto de negocio.

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Conoce al autor:
René Mena Seifert, CEO de IDESAA. Es especialista en Universidades Corporativas y asesor en la transformación de la capacitación en soluciones para el crecimiento y la competitividad empresarial.

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