Aunque la capacidad intelectual, preparación técnica y otras aptitudes siguen siendo factores importantes en el éxito laboral, la inteligencia emocional es un aspecto que tiene mucha relevancia.
Según un estudio de la Universidad de Minnesota, el coeficiente intelectual repercute tan sólo en el 20% del éxito laboral y profesional de las personas, sin embargo la inteligencia emocional lo hace en un 80%.
Debemos tener claro que las personas somos emocionales antes que racionales. Podremos pensar del modo más lógico y racional posible, pero generalmente actuaremos de acuerdo a nuestras emociones. Es por esto que quienes identificamos como los mejores líderes son aquellos que saben percibir e identificar las necesidades de sus colaboradores, que fomentan un buen ambiente de trabajo en el cual cada individuo se sienta cómodo para expresar ideas, donde existe flexibilidad, oportunidades de participación, y donde todos se sienten escuchados y valorados, es decir, quienes tienen un alto grado de inteligencia emocional. Liderazgo es esencialmente carácter, y el carácter no se desarrolla si no se desarrolla también la inteligencia emocional. Ella está en el centro del desarrollo del liderazgo.
John Mayer y Peter Salovey fueron los primeros en definir, en 1990, el concepto de inteligencia emocional como la capacidad para supervisar los sentimientos y las emociones de uno mismo y de los demás, de discriminar entre ellos y de usar esta información para la orientación de la acción y el pensamiento propio. Daniel Goleman, quien más tarde dio a conocer este concepto a nivel mundial, realizó una exhaustiva investigación acerca de la inteligencia emocional aplicada al trabajo y demostró que quienes alcanzan altos niveles en esta competencia se mantienen motivados y generan entusiasmo dentro de sus entornos laborales.
Más productividad
Una persona con inteligencia emocional desarrollada ayuda a crear un mejor ambiente en el equipo, y esto indirectamente hace que mejore la productividad de la empresa. Forbes recopiló un listado de aptitudes que desarrollan las personas con inteligencia emocional, quienes fomentan y promueven un mejor ambiente laboral en el trabajo:
- Son positivas. Ven el lado bueno de las cosas, sin dejar de ser realistas. Logran ese equilibrio entre optimismo, concentración y realidad.
- Tienen sentimiento de equipo. Les gusta trabajar con otras personas y no tienen problemas en escuchar y ceder ante diferentes opiniones.
- Saben rodearse de buenos profesionales y personas. Sí, de ambas cosas, porque aunque quieran mantener siempre cerca solo a “buenas personas”, también saben marcar los límites a las “tóxicas” que consideran buenas profesionales.
- Son personas empáticas. Comprenden las situaciones y saben ponerse en el lugar de los demás. Esto favorece la convivencia. Son buenas escuchando y podrán intervenir en discusiones sin crear molestias.
Las organizaciones son el lugar perfecto para promover el aprendizaje de las competencias que abarca la inteligencia emocional. Algunas acciones básicas para desarrollarla son:
- Desarrollar la escucha activa, no asumir cosas, tratar de conocer y comprender a los compañeros de trabajo y aprender a lidiar con sus emociones.
- Tener una actitud positiva ante situaciones de crisis y tratar de resolver los problemas desde un punto de vista agradable; después de todo, el trabajo ocupa una gran parte de nuestra vida.
- Desarrollar Accountability, una actitud de responsabilidad arraigada a la conciencia de una persona, la cual le permite reflexionar y llevar a cabo sus actos guiándose por su moral.
Como ves, la inteligencia emocional es indispensable tanto para llegar a ser un buen líder, como para rendir y aprovechar al máximo la realidad laboral de cada persona. Te invito a desarrollar tus capacidades emocionales, con ello aumentarás tu energía personal, motivación, comunicación, relaciones interpersonales, compromiso con los objetivos de tu empresa, entre otros, y esto se traducirá en un incremento en tu satisfacción personal y productividad.
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Conoce al autor:
Yolanda Barquera es coach y consultora de negocios en las áreas de desarrollo de talento y análisis de procesos. Tiene una pasión por el desarrollo y los procesos de cambio y le encantan las nuevas oportunidades para seguir aprendiendo. Especialista en el diseño e implementación de proyectos e-Learning.
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