Cuando decidimos llevar a cabo un proyecto nos comprometemos a realizar un proceso de transformación de ideas en soluciones concretas para resolver necesidades o corregir problemas detectados. Es por esto por lo que te compartimos cuáles son las etapas en que podemos dividir cada proyecto y las razones por las que debemos hacerlo.
El Ciclo de Vida del Proyecto es el conjunto de etapas a través de las cuales pasa un proyecto de inversión, desde que surge y se propone una idea para resolver un problema o una necesidad, para después pasar por sucesivas etapas de estudio, formulación de posibles soluciones y establecimiento de prioridades, hasta la ejecución de la inversión y su puesta en funcionamiento también conocida como implementación, donde se generarán los beneficios previstos desde la concepción de la idea.
Un proyecto pasa por varias etapas diferenciadas entre sí y que están claramente marcadas y definidas:
Fase 1. Prefactibilidad
Esta es la fase en que se formula y evalúa un plan para solucionar un problema designado a conseguir un objetivo específico. El propósito primordial de esta fase de la prefactibilidad es el de brindar la información suficiente y elemental que llevará a tomar la mejor elección referente a realizar o no el proyecto de interés. Dicho de otra forma, esta fase trata sobre brindar la más grande certidumbre viable, la reducción del costo y peligros asociados a la ejecución del proyecto.
Fase 2. Inversión
Una vez aprobada la ejecución del proyecto, el equipo asignado tomará la decisión de elaborar un diseño detallado para la ejecución del mismo. Podría ser que a lo largo de la fase de prefactibilidad se hubiesen llevado a cabo ciertos diseños preliminares para examinar o detallar la iniciativa que lo sustentaba. No obstante ahora va a ser el momento de llevar la iniciativa hasta su más grande detalle.
A lo largo de la evaluación de proyectos, la etapa de diseño es la que requiere un mayor número de horas en relación con el resultado final, ya que gran parte del proceso requiere un análisis y ejecución detallados.
La fase de diseño no solo corresponde a enormes obras de ingeniería o arquitectura. Proyectos como el lanzamiento de una nueva línea de ropa, videojuegos, servicio de calidad al cliente, entre varios otros de cualquier tipo que desees imaginar requerirán pasar por estas etapas y fases de evaluación. Importante recordar: Si hablamos de solucionar una necesidad o problema existente en el mercado y para eso destinarás recursos llevando a cabo una serie de actividades, entonces tienes entre tus manos un proyecto.
Cuando hablamos de una fase de diseño en el marco de proyectos, estamos tomando en cuenta el diseño de la solución “per se” pero, además, sobre el diseño de todas las actividades que se realizarán para llevarlo a cabo, así como su puesta en marcha, comercialización (si es que ésta se requiere) y el presupuesto con todos los detalles en términos de alcance, tiempo, recursos materiales y monetarios que nuestro proyecto necesitará.
Fase 3. Operación
Llegamos a la fase de Operación y Puesta en Marcha de nuestro plan. A lo largo de esta etapa, el equipo involucrado y los beneficiarios van a ser capaces de satisfacer la necesidad o solucionar el problema que dio origen al plan inicial.
Esta etapa tiene como fin satisfacer el requisito inicial que fue planteado, valga la redundancia, debe cubrir el propósito inicial y la medición del éxito o fracaso del plan está directamente relacionada con su cumplimento.
La vida útil de un proyecto puede determinarse con base al tiempo de obsolescencia del activo fijo más relevante (ejemplo: maquinarias y equipo de procesamiento) o en el momento que se considera dejarán de recibirse de manera constante las ventajas esperadas. Para efecto de evaluación económica y financiera, el horizonte o vida útil del proyecto más usado por los expertos es de 5 a 15 años, en función del monto de la inversión y del riesgo percibido.
Fase 4. Evaluación
El ciclo se cierra con la evaluación, no solo a lo largo de la operación del proyecto sino también una vez terminada la vida útil del mismo, con el fin sustancial de comprobar que el proyecto ha cumplido con su objetivo central de solucionar el problema, dar el beneficio y que está produciendo los efectos deseados.
Para eso, se necesita comprobar luego de un periodo razonable de su operación, si en efecto el problema fue solucionado por la participación del plan. De haber encontrado resultados no satisfactorios una vez puesto en marcha el proyecto, va a ser primordial realizar medidas correctivas.
Recuerda que, independientemente del momento en que se realice la evaluación de resultados del proyecto, ésta debe tener dos objetivos principales:
- Validar si se han alcanzado los objetivos propuestos incluso antes de la realización del proyecto.
- Evaluar, recolectar y hacer accesible a los involucrados el aprendizaje y conocimiento obtenido gracias a este proyecto a fin de utilizarlo y replicarlo en futuras iniciativas.
Para finalizar
Ahora conoces cuales son las fases necesarias para realizar una adecuada evaluación de un proyecto de inversión, las etapas que el proyecto requiere para su ejecución y las actividades que deben llevarse a cabo para minimizar los costos de la puesta en marcha, así como los riesgos asociados a su implementación.
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Diplomado en Administración
de Proyectos
Conoce al autor:
Karla Bayly es Consultora y coach certificada por la ICC (International Coaching Community) especializada en finanzas tanto para personas como empresas. Ha colaborado con medios impresos y digitales tales como: Expansión, Dinero en Imagen de Excélsior, entre otros.