Los medios de comunicación, las redes y el streaming, que por razones de marketing hacen caja de resonancia de los mismos casos de éxito, nos hacen pensar que la innovación está lejos de nosotros, solo al alcance de unas cuantas corporaciones de vanguardia, o bien, solo como tarea exclusiva de áreas técnicas. Por otro lado, las empresas se dan cuenta, después de crisis recurrentes, de que la reducción de tamaño, la reducción de costos y la reestructuración no pueden por sí mismas crear crecimiento sostenible.
Entonces, ¿Cuál es la ruta del éxito?
La experiencia nos muestra que las empresas y sus directivos requieren modos distintos de competir y crear valor diferenciado y consistente para permanecer vigentes en el largo plazo. Los líderes de empresas que destacan buscan hoy los cambios de modo deliberado y analizan oportunidades en la complejidad de su entorno para desarrollar nuevos productos y servicios. Y esto es, precisamente, innovar. Ya no es suficiente seguir con disciplina los procedimientos “correctos” o “adecuados” ni copiar lo mismo de los mejores. Si un líder solo es capaz de hacer lo que otros hacen, será difícil que aporte ventajas para sí mismo o para su organización.
La innovación ―lo intuimos― va más allá del genio o la inspiración. Es trabajo duro, sistemático y enfocado. La clave para desarrollar la innovación como cultura organizacional consiste en que evaluemos sistemáticamente todos los productos, los servicios, las tecnologías, los mercados, los canales de distribución e, incluso, el mismo modelo de negocio. Si algo se puede mejorar, debemos cambiarlo. De no hacerlo, alguien más lo hará. Por ello, la innovación es un proceso vital, de todos, para el crecimiento rentable y sustentable de la empresa.
Ahora bien, si para innovar es necesario que cuestionemos todos los aspectos que la empresa da por descontado, ¿Quién debe innovar en la organización? Partimos de que la innovación es una metacompetencia y, al mismo tiempo, una disciplina que directivos, líderes y administradores de la empresa podemos ―y debemos― aprender y practicar. Por tanto, como ejecutivos líderes debemos abrazar el cambio como fuente inagotable de innovación y crecimiento.
El líder que innova deja de esperar el cambio: ahora lo busca, lo crea y lo explota como oportunidad valiosa para lograr resultados.
¿Y dónde buscamos la innovación? Podemos explorar en siete grandes áreas:
La empresa
- Lo inesperado. Éxitos o fracasos repentinos. La sorpresa.
- Lo incongruente entre la realidad actual y la que debería ser.
- Los cambios en la forma de hacer las cosas o de generar valor.
El entorno
- Transformaciones o cambios súbitos en la industria o el mercado.
- Cambios demográficos: edad, composición, trabajo, educación, ingresos.
- Cambios en la percepción y el significado de ‘lo bueno’ o ‘lo mejor’.
- Nuevos conocimientos científicos o no científicos.
Ahora bien, para explotar mejor el cambio, ¿Qué aptitudes requerimos como líderes para detectar y capitalizar nuestras oportunidades de innovar?
- Dominio de la disciplina. Solo un ejecutivo experto aporta consistentemente ideas diferentes a lo que ya se hace y desarrolla soluciones únicas y valiosas a los problemas de la empresa.
- Habilidades de inteligencia emocional, del pensamiento, de comunicación, de trabajo en equipo y directivas, así como competencias de solución de problemas y gestión de proyectos: capacidades fundamentales que todo líder requiere para construir en equipo nuevo valor con ventajas reales.
En IDESAA contamos con un staff de consultores especializados en todas las áreas de negocio, con amplia experiencia en brindar orientación y herramientas, para facilitar y acompañar a las empresas en procesos de solución de problemas e implementación del cambio, así como de planeación, análisis, establecimiento de metas, KPI´s y más.
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Diplomado en Desarrollo de Competencias Gerenciales
Conoce al autor:
René C. Rangel Colmenero es Director de Proyectos y Consultor de Negocios en IDESAA. Es especialista en el desarrollo de proyectos de negocio y de innovación enfocados a mejorar la competitividad e impulsar la rentabilidad y el crecimiento sustentable. Ha participado en diagnósticos ejecutivos y trabajado en programas de liderazgo y desarrollo gerencial. Brinda asesoría directiva y coaching de negocio para la planeación estratégica y profesionalización de empresas comerciales, de servicio y de manufactura.