Un proyecto requiere que se inviertan en él recursos, ya sea en términos de la disponibilidad de las personas que lo llevarán a cabo o también en cuestión material requiriendo de inversiones monetarias.
Una de las aplicaciones más importantes del quehacer financiero es la Evaluación de Proyectos de Inversión, es aquí donde no solo aplica el uso de técnicas y herramientas financieras sino también la correcta administración de proyectos y el trabajo en equipo, todo esto basado en la lógica estructurada y la aplicación del sentido común. Es decir, de poco sirve poder resolver fórmulas financieras si no se cuenta con la estructura y organización necesaria.
¿Qué es un proyecto?
Un proyecto consiste en una serie de actividades relacionadas entre sí cuya finalidad es alcanzar una meta específica. Además de tiempo, requiere que se inviertan en él recursos, ya sea en términos de la disponibilidad de las personas que lo llevarán a cabo o también en cuestión material requiriendo de inversiones monetarias.
La realización de un proyecto puede derivar en dos resultados finales:
- Ser exitoso, esto es, lograr satisfacer la necesidad por la cual se planteó su desarrollo en un inicio.
- Fracasar, ya sea porque al concluir no se logró el resultado esperado, desapareció la necesidad inicial que llevó a su realización o porque se agotaron los recursos para llevarlo a cabo.
Espera, el que exista la posibilidad de fracaso no significa que no debamos emprender ningún proyecto, al contrario, debemos realizar proyectos pero siempre buscando minimizar el riesgo de fracaso. Revisemos juntos las acciones que podemos llevar a cabo previas al inicio de un proyecto poder presentar “a priori”, esto es: antes de comenzar, los argumentos que nos den mayor certeza sobre la posibilidad de lograr los resultados deseados, en el tiempo deseado, con la inversión deseada.
¿Qué significa que un proyecto de inversión sea rentable?
Decimos que algo es rentable cuando los beneficios que obtenemos sobrepasan a la inversión o el esfuerzo realizado.
Cuando iniciamos un proyecto es muy probable que destinemos a su realización recursos que podríamos haber destinado a alguna otra actividad. Es por ello que cuando llevamos a cabo la evaluación de un proyecto de inversión busquemos anticipar su beneficio o rentabilidad. Si la rentabilidad de nuestro proyecto de inversión supera los de otros proyectos o alternativas de inversión, y el resto de los beneficios, tales como satisfacer una necesidad previa, siguen pareciendo atractivos, entonces tomaremos la decisión de llevar a cabo nuestro proyecto.
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Diplomado en Desarrollo de Competencias Gerenciales
Conoce al autor:
Karla Bayly es Consultora y coach certificada por la ICC (International Coaching Community) especializada en finanzas tanto para personas como empresas. Ha colaborado con medios impresos y digitales tales como: Expansión, Dinero en Imagen de Excélsior, entre otros.