Cuando una empresa invierte en capacitación, a menudo piensa en cursos formales, plataformas de eLearning, o sesiones presenciales dirigidas por facilitadores expertos. Sin embargo, existe una metodología que muchas veces pasa desapercibida a pesar de su gran efectividad: la capacitación en el puesto de trabajo, también conocida como On-the-Job Training (OJT).
El OJT es especialmente valioso porque permite a los colaboradores aprender mientras hacen, convirtiendo el flujo de trabajo diario en un espacio de desarrollo continuo. Es cualquier tipo de formación que ocurre mientras el colaborador realiza sus tareas habituales. A diferencia de la capacitación tradicional que separa el aprendizaje del trabajo, el OJT integra ambos: la persona aprende ejecutando, observando, preguntando y recibiendo retroalimentación en tiempo real.
Aunque comúnmente se asocia con habilidades técnicas como operar maquinaria, usar herramientas específicas, seguir procedimientos, también es aplicable para desarrollar competencias interpersonales como comunicación, trabajo en equipo e inteligencia emocional, etc.
¿Cuáles son sus ventajas?
Hace uso de los recursos existentes. Se aprovecha el conocimiento y la experiencia que ya existe en la organización. No es necesario pausar la operación para llevar a los colaboradores a sesiones de capacitación ya que ésta ocurre en el mismo entorno de trabajo, utilizando los recursos ya existentes.
Acelera la aplicación práctica. Los colaboradores no solo adquieren conocimiento teórico, sino que lo ponen en práctica de inmediato. Esto reduce la brecha entre “saber” y “hacer”, que es justamente donde muchos programas de capacitación fallan.
Mejora la retención del aprendizaje. Aprender haciendo es más efectivo que solo leer o escuchar. La práctica repetida crea “memoria muscular” y ayuda a que el conocimiento se consolide más rápido.
Fortalece la integración de nuevos colaboradores. Para quienes recién ingresan a la empresa, el OJT no solo les enseña sus funciones, sino que también les permite entender la cultura organizacional, conocer a sus compañeros y sentirse parte del equipo desde el inicio.
Aumenta la motivación. Ver resultados tangibles de lo que están aprendiendo refuerza el sentido de logro.
Existen múltiples formas de implementar OJT, la clave está en elegir las que mejor se adapten a las necesidades particulares. Aquí algunos ejemplos:
- Job shadowing: El colaborador en formación sigue a un empleado experimentado durante su jornada laboral, observando cómo realiza sus tareas y haciendo preguntas. Esta técnica es especialmente útil para acortar la curva de aprendizaje.
- Mentoring: Un colaborador senior guía a quien está en formación, ofreciendo consejos sobre cómo dominar el puesto y avanzar en su carrera. Este enfoque es una excelente estrategia para transmitir conocimiento organizacional específico.
- Rotación de puestos: Los colaboradores aprenden sobre diferentes funciones dentro de la empresa. Esto no busca mejorar habilidades específicas, sino aumentar la comprensión de cómo se conectan las distintas áreas.
- Capacitación justo a tiempo (Just-in-Time Training): Se entrega la información exacta que el colaborador necesita en el momento en que la necesita. Por ejemplo, videos cortos o infografías disponibles en dispositivos móviles para consultar sobre la marcha.
- Sistema de compañeros (buddy system): Se asigna al colaborador un compañero que realiza el mismo trabajo. Esta persona le enseña, responde preguntas y comparte recursos prácticos. Es una de las metodologías más comúnmente utilizadas y efectivas.
- Delegación estratégica: Se asigna una tarea específica al colaborador en formación con supervisión específica. La clave es que la tarea represente un reto alcanzable, no demasiado fácil pero tampoco imposible de completar.
- Proyectos en equipo: Varios colaboradores trabajan juntos en un proyecto que requiere colaboración. Esto fomenta el aprendizaje entre pares y fortalece habilidades de comunicación, trabajo en equipo y solución de problemas.
- Simulaciones: Mediante actividades que imitan situaciones reales del trabajo, se facilita la práctica en un entorno seguro. Son especialmente útiles en áreas donde los errores pueden tener consecuencias graves, como seguridad o atención al cliente.
- Sesiones de actualización (refreshers): Se provee de un repaso periódico de conocimientos ya adquiridos mediante práctica activa. Esto mantiene las habilidades vigentes y alineadas con los cambios aplicables en procedimientos o tecnología.
Para que el OJT funcione, no basta con asignar a alguien experimentado y esperar que “enseñe”, es necesario establecer objetivos claros sobre qué debe aprender el colaborador durante el período de capacitación. Es recomendable empezar con lo básico y avanzar gradualmente hacia tareas más complejas.
Adicionalmente, es importante elegir a capacitadores adecuados, cuidando que tengan experiencia en el puesto, pero también disposición para enseñar; no todos los expertos son necesariamente buenos mentores.
Al implementar el OJT, considera que, aunque el aprendizaje es práctico, es útil contar con documentación, videos cortos o infografías que el colaborador pueda consultar después. Un LMS o repositorio puede centralizar estos recursos para que estén accesibles cuando se necesiten. Establece puntos de revisión para evaluar el progreso, resolver dudas y ajustar las rutas de aprendizaje según sea necesario.
El OJT es poderoso, pero no debe ser la única estrategia de desarrollo en la organización. Tiene un mayor impacto cuando se combina con otros métodos como cursos formales para conocimientos técnicos complejos, eLearning para temas que requieren estructura, y coaching para desarrollo de liderazgo. Un aspecto valioso del OJT es que cierra la brecha entre teoría y práctica asegurando que lo aprendido se traduzca en acción para mejorar el desempeño y contribuir a los resultados de la organización.
Si estás diseñando tu estrategia de capacitación y quieres integrar el OJT de forma estructurada y efectiva, podemos ayudarte a crear un programa que combine lo mejor de ambos mundos: el aprendizaje formal bien diseñado y la práctica directa en el puesto. Contáctanos para explorar cómo llevar tu capacitación al siguiente nivel.
Conoce a la autora:
Yolanda Barquera es Directora de Desarrollo de Talento en IDESAA. Como coach y consultora, dedica su experiencia a transformar la forma en que las personas aprenden y crecen dentro de las organizaciones. Su pasión es diseñar experiencias de aprendizaje que conecten genuinamente con las personas e impulsen su desarrollo personal y profesional.