¿Qué no sé de mi?

¿Qué no sé de mí? – Primera parte

Escrito por nuestra invitada especial: Guadalupe Elena Ramos – Chief Global Human Resources Officer en Ruhrpumpen.

«Hasta que hagas que lo inconsciente sea consciente, dirigirá tu vida y lo llamarás destino»

– Carl Gustav Jung

¿Quién eres? Si tuvieras que definirte sin hacer referencia a estudios, trabajo, familia, pareja, hijos y responder a la pregunta quién soy yo, ¿cuál es ese rasgo que define tu esencia? ¿Qué dirías? ¿Cuál sería la imagen, frase o palabra que logra describirte? ¿Qué te define como persona? ¿Qué te define en este paso por la vida? ¿Cuál es aquella característica inherente a ti que está presente en todo aquello que haces, dices, sientes o emprendes?

El autodescubrimiento es un viaje que se emprende durante toda la vida, pues el ser humano es un ente en desarrollo y una caja de sorpresas. Los procesos evolutivos te llevan al cambio y la transformación; y esos procesos le dan forma a tu ser interior y exterior.

Aquello de “chango viejo no aprende maroma nueva”, es un dicho fácilmente interpelado cuando piensas en tu vida a lo largo de los años. Cada etapa va escondiendo, resaltando y, a la vez, puliendo tus distinciones como persona (según las experiencias que opacan o dan brillo a tu vida; o bien,  de acuerdo con una característica negativa que deseas evitar o eliminar, o una característica positiva que deseas realzar). Somos un ser en perfección.

Tus rasgos personales cambian si optas por tener hijos o si permaneces soltero; si ingresas a las filas laborales o si permaneces en casa; si te despiden de un trabajo o si fallece un ser querido, etcétera. Cada decisión de vida va configurando nuestro ser.

Quienes somos padres podemos dar fe de cómo un bebé de brazos, que acurrucas en tu pecho para dormir, va transformando su personalidad hasta convertirse en un ciudadano de bien, en hombres y mujeres de fe, que tienen una opinión sobre política, mercados, economía, religión. Hemos sido espectadores en primera fila de ese proceso evolutivo que nos hace maravillarnos ante el gran milagro de los procesos de transformación en la persona.

¿Chango viejo no aprende maroma nueva? ¿Y qué es viejo? ¿Y qué es maroma? ¿Y en qué edad crees que dejarás de evolucionar? ¿Cuál es tu techo de cristal? ¿En diez años pensarás como piensas hoy? Yo creo que no, porque la vida es transformación; constantemente experimentas procesos que te evolucionan o te involucionan. ¿Tú has decidido crecer, mantenerte o retroceder? ¡Esta es una decisión personal! ¿A dónde te ha llevado esto?

En los procesos de evolución tenemos características que mostramos a los demás, otras que nos reservamos para nosotros y otras más que no sabemos que tenemos, y para bien o para mal, forman parte de nosotros. Estas que desconocemos están de forma latente, en espera de ser descubiertas para potenciar nuestra interacción en este mundo, para potenciar a aquel hombre o aquella mujer que hoy eres.

EN EL PLANO DE LO CONOCIDO
LO QUE SÉ, QUE SÉ LO QUE SÉ, QUE NO SÉ
Es aquello que sé sobre mí y que puede estar en el plano de los conocimientos, habilidades, actitudes o valores.

– Sé que estudié Contador Público, una maestría en Administración y un Doctorado en Sociología.

– Sé que tengo tales o cuales habilidades que he demostrado en ciertos trabajos o proyectos y que, además, sobresalen en las pruebas de evaluación de capacidades administrativas y de liderazgo.

– Sé también los valores que rigen mi vida, pues existen conductas y estados de la existencia que prefiero frente a otros.

Lo que sé, que sé, está en el plano de lo consciente y, por tanto, lo “tengo a la vista” y puedo hacer uso de ello para aportar a este mundo y a mi desarrollo.

Es aquello que sé que no cuento con ello, puede estar en el plano del conocimiento, habilidades, actitudes o valores.

– Sé que desconozco muchos temas de la vida. No sé de mecánica, de astronomía, de arquitectura, ingeniería ni de muchos temas más.

– Tampoco he desarrollado habilidades en muchos campos de la vida.

– Existen también valores que no han estado presentes a lo largo de mi vida.

Lo que sé, que no sé, también está en el plano de lo consciente; lo tengo “a la vista” y si deseo dar un giro a mi vida para desarrollarme o desempeñarme en un plano diferente, buscaré formarme en aquello que no sé y me hace falta.

 

EN EL PLANO DE LO DESCONOCIDO
LO QUE NO SÉ, QUE SÉ LO QUE NO SÉ, QUE NO SÉ
Es aquello que no sabes que sabes (o que no sabes que puedes). Llega con la continua búsqueda, con la actitud abierta, con la aceptación de retos, cuando te atreves a vivir aquello que te parece diferente, diverso, disruptivo y que al serlo, te permite enriquecer tu ser y el de todos los que te rodean.

En este ámbito se encuentran aquellos talentos o cualidades que descubres a partir de nuevas experiencias. Son talentos latentes en ti, en espera de ser descubiertos.

Ejemplos de esto son: las capacidades de liderazgo, el emprendimiento, las competencias interculturales, entre otros.

POTENCIAL:

Cuando aquello que no sabes que sabes (o no sabes que puedes), emerge al plano de lo consciente, puedes optar por abrazarlo, cultivarlo, hacerlo crecer y convertirlo en uno de tus principales talentos.

Es aquello que no sabes que no sabes (o que no sabes que no puedes). Llega cuando te abres a procesos de autodescubrimiento y te das la oportunidad de “poner espejos en tu vida” y deliberadamente buscas diversos instrumentos para conocerte o vivir procesos que te lleven a descubrir aquello oculto en ti que te impide crecer.

En este ámbito están aquellas limitantes ocultas o que no has percibido como tales. Pueden ser conocimientos, habilidades,  competencias o actitudes, y pueden estar inmersas en los patrones de conducta o creencias con los que has crecido.

Ejemplos de esto son: los descarriladores personales o profesionales, los estados emocionales que te secuestran, las creencias limitantes, las habilidades subdesarrolladas, entre otras.

POTENCIAL:

Cuando aquello que no sabes que no sabes (o no sabes que no puedes, o no sabes que te domina, o no sabes que te limita), emerge al plano de lo consciente, esta conciencia te desnuda, te invita a cambiarlo o desactivarlo para evolucionar a un mejor estadío de tu persona y de tus interacciones con otros.

Ambos ámbitos –una vez que los has descubierto–, te iluminan, te empoderan y te invitan a potenciarlos y; traen consigo un sentimiento de reto y de esperanza al decidir abrazar un proceso de cambio.

¿El ecosistema en el que vives, lleva a las personas a descubrirse?,

¿Tú, como responsable de tu destino, buscas oportunidades para autodescubrirte?

Los procesos de coaching son una excelente herramienta para descubrir aquello que tenemos en el plano de lo desconocido y que tiene un enorme potencial para tu evolución y trascendencia.

El coaching está basado en procesos de desarrollo humano, es decir, promueve la mejora y el potencial de las personas para que puedan alcanzar objetivos coherentes y hacer cambios en profundidad que elijan.

Un coach es un socio de desarrollo, un experto que te lleva a descubrir aquello que “no sabes que sabes“, (que son talentos latentes), y aquello que “no sabes, que no sabes” (que son limitantes ocultas). Te apoya para identificar, desmitificar y sustituir por aquello que te aporta mayor valor para lograr que se conviertan en un motor de las más altas revoluciones para tu crecimiento.

Potencial, según la Real Academia Española es algo que: “Que tiene o encierra en sí potencia.“

Otras definiciones dicen:

  • Fuerza o poder del que se dispone para lograr un fin.
  • Que no es, no se manifiesta o no existe pero tiene la posibilidad de ser, de manifestarse o de existir en un futuro.

Tus talentos potenciales y tus limitantes están esperando a ser descubiertos para que trabajes en ellos y puedan potenciar en forma exponencial tus capacidades. Esa fuerza o poder del que dispones para lograr tus metas quiere ser, manifestarse y existir en el futuro. ¿Aceptas el reto?

En la próxima edición les seguiré platicando sobre este tema que, espero, les sirva mucho para desarrollar los diferentes tipos de potencial con los que todos contamos.

“Libérate de la esclavitud mental.

Nadie más que nosotros mismos podemos liberar nuestras mentes”.

– Bob Marley (Redemption Song)


El cambio organizacional es una necesidad empresarial para crecer y tener éxito, sobre todo en escenarios volátiles, complejos y de incertidumbre. En IDESAA tenemos amplia experiencia en desarrollar las capacidades necesarias en los líderes del cambio organizacional para que puedan gestionarlo correctamente e impulsarlo a través de mejores estrategias.

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Diplomado en Desarrollo de Competencias Gerenciales

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Conoce el autor:

Guadalupe Ramos Guadalupe Elena Ramos, Chief Global Human Resources Officer en Ruhrpumpen. Consultora en Desarrollo Organizacional. Fue Directora de Internacionalización en el Corporativo de la Universidad Valle de México, Vicerrectora de Educación Media Superior y Formación Integral en la Universidad de Monterrey (UDEM), así como Directora de Comunidad Universitaria en la misma universidad. Su doctorado y un Master en Sociología los obtuvo en la Universidad Complutense de Madrid. Tiene Maestría en Administración en la UDEM.


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