Seguramente, alguna vez te has preguntado cómo lograr que las personas autodirijan su desarrollo y se motiven con la aplicación de lo aprendido en la práctica a lo largo de un esfuerzo formativo. Este enfoque, según Sánchez (2022) se conoce como evaluación formativa para el aprendizaje —desarrollo de capacidades para enfocar el aprendizaje hacia los objetivos de la capacitación—, y como aprendizaje —desarrollo de habilidades metacognitivas y autónomas que facilitan y aceleran el propio desarrollo profesional—, una metodología sistemática y empírica que enriquece y acelera la formación de talento en la organización.
La evaluación formativa es un componente esencial en el desarrollo de programas de capacitación efectivos, ya que te permite supervisar el progreso de los participantes y realizar ajustes en tiempo real para garantizar el cumplimiento de los objetivos establecidos. Con esta metodología evaluativa te aseguras de que las actividades de aprendizaje se adaptan a las necesidades individuales y del equipo. También mejoras tanto la experiencia formativa como su impacto organizacional.
El modelo ROI de Phillips y Phillips (2007) integra la evaluación formativa en los niveles 2 y 3 —aprendizaje de competencias y comportamientos en campo―, que se enfocan en la adquisición de conocimientos, habilidades y actitudes, así como en su aplicación al entorno laboral. Así, mediante la retroalimentación continua, los ajustes basados en datos y la observación de nuevas prácticas incorporadas al trabajo cotidiano, maximizas los beneficios de tu presupuesto de capacitación y garantizas resultados tangibles de la inversión en desarrollo de talento ante el equipo directivo.
A continuación, te presentamos una guía práctica de cinco pasos para la implementación de una evaluación formativa eficaz, alineada a los objetivos estratégicos de la empresa:
- Establece objetivos claros y medibles. Define qué aspectos del aprendizaje deseas evaluar y cómo medirás el progreso. Por ejemplo, si el objetivo es mejorar las habilidades de comunicación, podrías evaluar la claridad y eficacia de las presentaciones orales durante el curso. Establece indicadores específicos, como la reducción de errores o el aumento de interacciones efectivas.
- Selecciona herramientas variadas de evaluación. Utiliza cuestionarios, encuestas, simulaciones, ejercicios prácticos y observaciones directas para recopilar datos relevantes a lo largo del programa. Por ejemplo, puedes implementar un simulador de atención al cliente que mida cómo se desenvuelven los participantes en escenarios complejos. Estas herramientas permiten identificar brechas de aprendizaje y áreas de mejora a través de la capacitación.
- Proporciona retroalimentación inmediata y aplicable. Los comentarios deben ser específicos y centrarse en aspectos clave. Si un participante tiene dificultades para implementar una estrategia de ventas, ofrécele ejemplos concretos y guías sobre cómo mejorar su enfoque. La retroalimentación positiva oportuna tipo coaching impulsa la motivación y fortalece la confianza.
- Registra y analiza los resultados. Documenta las tendencias y patrones observados durante el proceso de evaluación. Por ejemplo, si notas que el grupo tiene dificultades con un tema específico, ajusta el contenido del curso para abordarlo a mayor profundidad. Utiliza plataformas digitales para recopilar y analizar los datos de manera eficiente para implementar mejoras sobre la marcha.
- Realiza ajustes en tiempo real. Basándote en los hallazgos, modifica las actividades o metodologías para abordar las necesidades identificadas. Por ejemplo, si los participantes tienen problemas para comprender un concepto técnico, considera utilizar ejemplos visuales o ejercicios prácticos para reforzar el aprendizaje.
Estrategias para optimizar la evaluación formativa
- Involucra activamente a los participantes. Pídeles que compartan su retroalimentación sobre las actividades de aprendizaje y su aplicación en el trabajo. Esto mejora su experiencia formativa y, al mismo tiempo, genera compromiso con su proceso de desarrollo. Además, incluye a los líderes de los participantes, quienes podrán observar y recabar en campo nuevas prácticas, hábitos y comportamientos derivados de la capacitación.
- Aprovecha tecnologías innovadoras. Utiliza herramientas digitales como Google Forms, plataformas LMS o aplicaciones móviles para facilitar la recopilación y el análisis de datos. Estas tecnologías también te permiten personalizar la experiencia de aprendizaje e individualizar el desarrollo formativo.
- Evalúa el aprendizaje en contextos reales. Diseña actividades que simulen situaciones laborales reales para medir la aplicación de conocimientos y habilidades. Por ejemplo, podrías incorporar la implementación de un proyecto colaborativo o un caso de negocio a lo largo del programa para resolver un problema específico de la organización. Alienta la motivación de los participantes y la pertinencia del aprendizaje.
- Establece hitos intermedios. Divide el programa en módulos con objetivos claros y evalúa el progreso al final de cada uno. Esto te permitirá identificar áreas que requieran atención inmediata y garantizar un avance continuo con entregables precisos.
Aplicación de la evaluación formativa en el modelo ROI de Jack Phillips
La evaluación formativa te permite medir cómo los participantes adquieren y practican habilidades clave a lo largo del programa. Por ejemplo, si el objetivo del curso es mejorar la atención al cliente, podrías observar un aumento en los niveles de satisfacción del cliente durante la misma capacitación. Además, si realizas ajustes oportunos al programa en marcha basándote en los datos recopilados, incrementas la probabilidad de lograr resultados alineados con los objetivos organizacionales.
Con este enfoque de evaluación, fortaleces la confianza del equipo directivo al demostrar que el programa de capacitación es flexible y capaz de adaptarse a las necesidades cambiantes. También garantizas mediante la evaluación formativa que cada etapa del aprendizaje contribuye a mejorar el desempeño, y refuerzas el impacto general del programa, así como su valor estratégico para la empresa.
Referencias
Phillips, J. y Phillips, P. (2007). Fundamentos del ROI. EPISE, S. A. y Ediciones Gestión 2000.
Sánchez, M. (2022). Evaluación del, para y como aprendizaje. En Sánchez, M. y Martínez, A. (Eds.). Evalua-ción y aprendizaje en educación universitaria: estrategias e instrumentos (1ª. ed., pp. 17-36). UNAM.
El cambio organizacional es una necesidad empresarial para crecer y tener éxito, sobre todo en escenarios volátiles, complejos y de incertidumbre. En IDESAA tenemos amplia experiencia en desarrollar las capacidades necesarias en los líderes del cambio organizacional para que puedan gestionarlo correctamente e impulsarlo a través de mejores estrategias.
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Conoce al autor:
René Rangel es director de Proyectos y consultor de negocios en IDESAA. Desarrolla proyectos enfocados a mejorar competitividad, innovación y rentabilidad. Brinda business coaching para la consolidación y crecimiento sustentable de las organizaciones, así como el desarrollo de talento directivo y gerencial. Ha dirigido planeación estratégica y desplegado objetivos y KPI con Balanced Scorecard para diferentes empresas comerciales, de servicio y manufactura.