Según la Asociación para el Desarrollo de Talento1, en 2018 las organizaciones de Estados Unidos gastaron $1,296 dólares por persona en capacitación y desarrollo. El monto mayor (22%) se destinó a fortalecer habilidades blandas (soft skills) de liderazgo y gestión, así como de comunicación y relaciones interpersonales.
Las empresas, desde luego, invierten en soft skills. Y lo hacen porque sus directivos intuyen que esas habilidades les generan mayores beneficios y resultados. Pero la percepción dejó de ser suficiente. Ahora, los ejecutivos de Recursos Humanos quieren saber cómo evaluar el impacto económico de la formación de soft skills. Comentan que sus directivos cuestionan más sus presupuestos de capacitación: requieren más argumentos para vender mejor sus iniciativas de desarrollo de talento.
Y lo sabemos: en habilidades técnicas, como operar una cortadora, manejar un montacargas o reparar un motor, el beneficio del entrenamiento es evidente. Se pueden medir y comparar resultados antes y después de la capacitación. Pero en el desarrollo desoft skills el beneficio suele ser indirecto, intangible y diferido en el tiempo. Además, es complejo aislar el beneficio neto de trabajar con mejores aptitudes blandas2, porque los resultados se confunden con efectos de programas anteriores o con la evolución misma de la cultura organizacional.
Así, la forma segura de medir los beneficios reales de la formación en soft skills consiste en que Desarrollo de Talento haga equipo con los líderes a cargo de quienes participan en la capacitación, a fin de recabar información de campo sobre logros en indicadores de desempeño (KPI) y nuevos comportamientos en la dinámica laboral.
La evaluación del impacto de la capacitación en habilidades blandas es una tarea diligente, conjunta, que exige enfoque y gran inversión de tiempo entre Recursos Humanos y los líderes de las áreas capacitadas para determinar correlaciones causa-efecto entre KPI y resultados económicos. Por ello, a modo de guía práctica, compartimos cinco sugerencias para medir los beneficios tangibles que generan colaboradores con mejores soft skills:
1. Mide la productividad. Una forma de evaluar el impacto de las soft skills es mediante KPI de productividad (hacer más con menos costo y en menos tiempo). Podemos comparar la productividad de colaboradores motivados y con mejor comunicación y trabajo en equipo en términos de margen o producción aportados por unidad de tiempo y de costo, antes y después de su capacitación en soft skills.
2. Monitorea ahorros y optimización de costos. Los colaboradores con mejores soft skills pueden ayudar a reducir costos en la organización. Por ejemplo, las personas que dialogan con apertura pueden reducir errores o precisar mejor sus necesidades, lo que a su vez reduce los costos asociados a reprocesos, fallas y corrección de errores.
3. Observa mejoras en la satisfacción del cliente. La mejora de habilidades blandas del personal puede tener un efecto positivo en el servicio y atención al cliente y, por tanto, en su satisfacción y lealtad. Un cliente satisfecho vuelve a hacer negocios con nosotros y genera mayores ingresos y margen para la organización.
4. Evalúa la rotación de personal. Los colaboradores que se sienten valorados y trabajan en un ambiente donde reciben apoyo y capacitación en soft skills incrementan su engagement y tienden a permanecer en la organización por períodos más largos. La rotación de cada persona le cuesta a la organización entre 3 y 4 meses de su sueldo integrado, ya que debe invertir recursos en la búsqueda, selección y capacitación de nuevo talento, así como en la curva de aprendizaje.
5. Comprueba si la innovación se incrementa. La mejora de soft skills, como liderazgo y solución de problemas, puede ayudar a las personas a pensar creativamente y a desarrollar soluciones innovadoras frente a los retos dinámicos de la organización. Esto lleva a la empresa a capitalizar nuevas oportunidades de negocio, crear valor único, generar mayores ingresos y lograr rentabilidad sustentable.
1. Association for Talent Development – ATD. (2019). State of the Industry Report.
2. Ver el Blog Cómo aislar los efectos de la capacitación para evaluar mejor sus beneficios y justificar la inversión en talento
Un liderazgo exitoso se basa en el equilibrio de capacidades profesionales y de bienestar personal, por ello, en IDESAA hemos creado programas de capacitación que desarrollan soft skills imprescindibles para que los líderes impulsen su bienestar y el de su equipo, con mejores resultados para la empresa e impacto en la sociedad.
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Conoce al autor:
René Rangel es director de Proyectos en IDESAA. Como consultor de negocios, desarrolla proyectos enfocados a mejorar competitividad, innovación y rentabilidad. Brinda business coaching para la consolidación y crecimiento sustentable de las organizaciones, así como el desarrollo de talento directivo y gerencial. Ha dirigido planeación estratégica y desplegado objetivos y KPI con Balanced Scorecard para diferentes empresas comerciales, de servicio y manufactura.